Post by HBF on Mar 23, 2008 15:22:24 GMT -3
"Perón mandaba palabras a la lucha"
El Director de la Biblioteca Nacional habla de su "antibiografía" de Perón, Reflejos de una vida.
Por: Carlos Subosky
El crítico literario chileno Hernán Díaz Arrieta escribió que las biografías son "una larga y apasionada encuesta psicológica, una tentativa vehemente por descubrir el secreto que cada cuál lleva en sí". Agregaba también "que el destino del hombre no era descubrir esos secretos, sino buscarlos".
El sociólogo Horacio González ha transitado el camino de la búsqueda en su último libro Perón, reflejos de una vida editado por Colihue y que presentó anoche en la Librería Hernández.
Allí traza aspectos de la vida del ex presidente, a partir de sus escritos, su lenguaje y aborda también las obras que se han escrito sobre Perón.
"Puse toda una maza documental del peronismo o sobre él -dice González - como exposición de una nueva escritura, donde coloco lo oficial y lo crítico en un mismo plano para ver lo que produjo un país en torno de un nombre".
En el libro aparecen planteados los viejos temas de las biografías anteriores del ex presidente, como la escrita por Enrique Pavón Pereyra, considerada la oficial. Según González presenta "algunos inconvenientes porque si bien es válida como documento, no deja de ser la voz del Estado, una obra supervisada y aprobada por el propio Perón". Sin embargo a diferencia de otras investigaciones, González intenta una teoría de la lectura sobre el peronismo.
El autor de esta nueva biografía no pretende un relato cronológico de la vida del ex presidente sino que busca y trata de examinar las fuentes invisibles e explícitas del peronismo. "Por eso digo que esta es una antibiografía de Perón, no porque este en contra de él, sino porque me inspiré en la idea de las antimemorias de André Malraux".
El sociólogo intenta un recorrido con los elementos intelectuales que aparecen en el peronismo y que conforman un pensamiento que perdura en el tiempo y que deja improntas en el propio lenguaje nacional. "Perón tenía la ilusión enciclopedista que cualquiera podía tomar sus palabras y usarlas". Eso se verifica en nuestro país, afirma, ya que aún hoy se sigue hablando con el léxico del peronismo. También los detractores del movimiento terminaron usando su textualidad".
González estudia el uso que Perón hacía de las citas y frases de otros autores. "El peronismo trabajo sobre la idea de apócrifo, plagio y de omitir las citas. Tuvo una libre disponibilidad de textos. Es interesante porque hizo una especie de expropiación de escritos, omitiendo la idea de autoría y atribuyéndose otras obras. Esto presenta el enigma de los movimientos sociales y populares. Quiénes son los autores de sus textos".
En un tramo de la película Operación Masacre, de José Cedrón, un personaje es acusado de conspiración y responde ante el interrogatorio "Yo no soy peronista. Si voy de casa al trabajo y del trabajo a casa". Esta negación tiene la particularidad de ser una afirmación a partir del uso de una frase utilizada por Perón y trasladada al pensamiento peronista. Esta es otro punto de análisis que hace González, en cuanto a la trascendencia de las palabras de Perón. "El personaje de este film queda retratado como peronista al negar serlo. Esto hace la complejidad dialéctica del movimiento que tiene una dialéctica del nombre que produjo enojo al mundo intelectual".
Hay un lugar especial para el arte en el peronismo en todas sus épocas. En los últimos tiempos aparecen cineastas como Leonardo Favio y Pino Solanas; poetas como Leónidas Lamborghini; pintores como Daniel Santoro que tienen para Horacio González "un uso fuerte de la alegoría, del auto sacramental, relatos de la salvación. Esto implica que los modos arcaicos del cristianismo y las alegorías laicas están muy presentes en el peronismo de las últimas décadas".
www.revistaenie.clarin.com/notas/2007/12/14/01564251.html
El Director de la Biblioteca Nacional habla de su "antibiografía" de Perón, Reflejos de una vida.
Por: Carlos Subosky
El crítico literario chileno Hernán Díaz Arrieta escribió que las biografías son "una larga y apasionada encuesta psicológica, una tentativa vehemente por descubrir el secreto que cada cuál lleva en sí". Agregaba también "que el destino del hombre no era descubrir esos secretos, sino buscarlos".
El sociólogo Horacio González ha transitado el camino de la búsqueda en su último libro Perón, reflejos de una vida editado por Colihue y que presentó anoche en la Librería Hernández.
Allí traza aspectos de la vida del ex presidente, a partir de sus escritos, su lenguaje y aborda también las obras que se han escrito sobre Perón.
"Puse toda una maza documental del peronismo o sobre él -dice González - como exposición de una nueva escritura, donde coloco lo oficial y lo crítico en un mismo plano para ver lo que produjo un país en torno de un nombre".
En el libro aparecen planteados los viejos temas de las biografías anteriores del ex presidente, como la escrita por Enrique Pavón Pereyra, considerada la oficial. Según González presenta "algunos inconvenientes porque si bien es válida como documento, no deja de ser la voz del Estado, una obra supervisada y aprobada por el propio Perón". Sin embargo a diferencia de otras investigaciones, González intenta una teoría de la lectura sobre el peronismo.
El autor de esta nueva biografía no pretende un relato cronológico de la vida del ex presidente sino que busca y trata de examinar las fuentes invisibles e explícitas del peronismo. "Por eso digo que esta es una antibiografía de Perón, no porque este en contra de él, sino porque me inspiré en la idea de las antimemorias de André Malraux".
El sociólogo intenta un recorrido con los elementos intelectuales que aparecen en el peronismo y que conforman un pensamiento que perdura en el tiempo y que deja improntas en el propio lenguaje nacional. "Perón tenía la ilusión enciclopedista que cualquiera podía tomar sus palabras y usarlas". Eso se verifica en nuestro país, afirma, ya que aún hoy se sigue hablando con el léxico del peronismo. También los detractores del movimiento terminaron usando su textualidad".
González estudia el uso que Perón hacía de las citas y frases de otros autores. "El peronismo trabajo sobre la idea de apócrifo, plagio y de omitir las citas. Tuvo una libre disponibilidad de textos. Es interesante porque hizo una especie de expropiación de escritos, omitiendo la idea de autoría y atribuyéndose otras obras. Esto presenta el enigma de los movimientos sociales y populares. Quiénes son los autores de sus textos".
En un tramo de la película Operación Masacre, de José Cedrón, un personaje es acusado de conspiración y responde ante el interrogatorio "Yo no soy peronista. Si voy de casa al trabajo y del trabajo a casa". Esta negación tiene la particularidad de ser una afirmación a partir del uso de una frase utilizada por Perón y trasladada al pensamiento peronista. Esta es otro punto de análisis que hace González, en cuanto a la trascendencia de las palabras de Perón. "El personaje de este film queda retratado como peronista al negar serlo. Esto hace la complejidad dialéctica del movimiento que tiene una dialéctica del nombre que produjo enojo al mundo intelectual".
Hay un lugar especial para el arte en el peronismo en todas sus épocas. En los últimos tiempos aparecen cineastas como Leonardo Favio y Pino Solanas; poetas como Leónidas Lamborghini; pintores como Daniel Santoro que tienen para Horacio González "un uso fuerte de la alegoría, del auto sacramental, relatos de la salvación. Esto implica que los modos arcaicos del cristianismo y las alegorías laicas están muy presentes en el peronismo de las últimas décadas".
www.revistaenie.clarin.com/notas/2007/12/14/01564251.html