Post by HBF on Mar 23, 2008 14:34:45 GMT -3
Domingo 2 de junio de 2002
Noticias | Archivo | Domingo 2 de junio de 2002 | Cultura | Nota
La oferta universitaria en la Argentina: un estudio proyecta la demanda de puestos de trabajo
Las profesiones que tienen más futuro
La química, la industria del petróleo, la biotecnología y la enfermería requerirán más personal
La investigación describe la evolución de varios sectores económicos
La demanda estudiantil se mantiene en las carreras tradicionales
Panorama laboral difícil
En la Argentina de la incertidumbre hay quienes pueden hacer pronósticos.
Un estudio científico, que realizaron investigadores de distintas universidades, enumera las carreras que -hoy se cree- ofrecerán en el futuro cercano más posibilidades de trabajo a sus graduados.
La licenciatura en química, las carreras técnicas y económicas relacionadas con la industria del petróleo y el gas, la biotecnología, la agroindustria, la enfermería, los estudios técnicos de laboratorio, instrumentación quirúrgica, radiología y administración de servicios de salud, y la informática y telecomunicaciones son las áreas privilegiadas.
El estudio, que además analiza la demanda actual de profesionales y técnicos en distintos sectores productivos, fue realizado por investigadores de las universidades nacionales de La Plata (UNLP) -en su mayoría-, de Buenos Aires (UBA) y de General Sarmiento, a pedido de la Comisión para el Mejoramiento de la Educación Superior, constituida el año último en la cartera educativa.
Tendencia inversa
Mientras tanto, la realidad de la demanda de educación superior no acompaña la tendencia: casi dos tercios de los estudiantes de nivel superior en el país estudia ciencias sociales y humanas; el 74,5% va a la universidad, aunque las carreras técnicas terciarias tienen mejores perspectivas, y, al menos en la UBA, las carreras tradicionales, como Medicina, Psicología y Derecho, siguen captando a la mayoría.
Entre los convulsionados meses de octubre de 2001 y marzo de este año los investigadores empezaron por elaborar una radiografía de los niveles y calidad del empleo entre los graduados de educación superior, de 25 a 35 años, a partir de datos del Indec. Luego, analizaron distintos sectores económicos del país, su evolución en la última década y sus proyecciones en el futuro, sobre la base de entrevistas con empresarios y estudios ya realizados.
"Se pensó en una proyección de país: analizamos qué sectores pueden ser los más dinámicos en el futuro", explicó a LA NACION Leticia Fernández Berdaguer, socióloga e investigadora de la UNLP en temas de educación superior y empleo, que condujo el estudio.
Así, el trabajo termina por describir las características de la demanda probable de profesionales con asombrosa precisión:
Hay perspectivas promisorias para los licenciados en química -no para los ingenieros en el área-, particularmente en el sector de química liviana y, dentro de ella, en el desarrollo de agroquímicos, colorantes, pigmentos, resinas y emulsiones, y aditivos para alimentación. Más de 20 universidades en todo el país ofrecen esta carrera.
Se detecta una demanda insatisfecha de carreras técnicas y económicas relacionadas con la industria del petróleo y el gas, particularmente la ingeniería en reservorios, recuperación secundaria del petróleo, refinación y sistemas tarifarios. En el país hay cinco carreras de Ingeniería en Petróleo, tres en el Sur, una en Cuyo y una en la Capital Federal.
Se espera una demanda de personal universitario y técnico en biotecnología, en especial en la industria alimentaria. La Universidad Nacional de Quilmes es una de las que ofrecen la carrera, con orientaciones en genética molecular y bioprocesos. Tiene 370 alumnos, una cifra que viene creciendo desde 1999.
Se incrementará la necesidad de científicos y tecnólogos con "capacidad innovativa" en el sector agroindustrial. Hay una variedad de estudios posibles en esta área, como las carreras de administración agraria y rural, la ingeniería agropecuaria y en alimentos y las tecnicaturas en producción agropecuaria.
El sector salud muestra algunos inconvenientes en su cuadro ocupacional, como el desequilibrio en la distribución geográfica de profesionales y la desproporción entre el alto número de médicos y la escasez de enfermeros y técnicos. Se puede esperar, por eso, un crecimiento de la demanda de técnicos laboratoristas, instrumentistas, radiólogos y en gestión y administración de la salud.
Estas carreras, de nivel terciario o universitario, incluyen podología, nutrición, fonoaudiología, obstetricia, hematología, asistencia dental, y técnica cardiológica, entre otras. En la Facultad de Medicina de la UBA la matrícula de las "carreras conexas" representa la mitad de los casi 23.000 alumnos de la institución. Las más concurridas son Nutrición, con 2242 estudiantes, Kinesiología (1872) y Enfermería (1349).
Cabe esperar "una demanda creciente de personal calificado" en Informática, especialmente relacionada con la electrónica y las telecomunicaciones. Además de las licenciaturas e ingenierías, hay carreras especializadas en esas áreas.
"No creo que el Estado tenga que orientar la demanda de los estudiantes, pero puede promover algunas carreras. No hay que poner vallas, sino incentivos", opinó Fernández Berdaguer.
Por Raquel San Martín
De la Redacción de LA NACION
Link permanente: www.lanacion.com.ar/401770
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La oferta universitaria en la Argentina: un estudio proyecta la demanda de puestos de trabajo
Las profesiones que tienen más futuro
La química, la industria del petróleo, la biotecnología y la enfermería requerirán más personal
La investigación describe la evolución de varios sectores económicos
La demanda estudiantil se mantiene en las carreras tradicionales
Panorama laboral difícil
En la Argentina de la incertidumbre hay quienes pueden hacer pronósticos.
Un estudio científico, que realizaron investigadores de distintas universidades, enumera las carreras que -hoy se cree- ofrecerán en el futuro cercano más posibilidades de trabajo a sus graduados.
La licenciatura en química, las carreras técnicas y económicas relacionadas con la industria del petróleo y el gas, la biotecnología, la agroindustria, la enfermería, los estudios técnicos de laboratorio, instrumentación quirúrgica, radiología y administración de servicios de salud, y la informática y telecomunicaciones son las áreas privilegiadas.
El estudio, que además analiza la demanda actual de profesionales y técnicos en distintos sectores productivos, fue realizado por investigadores de las universidades nacionales de La Plata (UNLP) -en su mayoría-, de Buenos Aires (UBA) y de General Sarmiento, a pedido de la Comisión para el Mejoramiento de la Educación Superior, constituida el año último en la cartera educativa.
Tendencia inversa
Mientras tanto, la realidad de la demanda de educación superior no acompaña la tendencia: casi dos tercios de los estudiantes de nivel superior en el país estudia ciencias sociales y humanas; el 74,5% va a la universidad, aunque las carreras técnicas terciarias tienen mejores perspectivas, y, al menos en la UBA, las carreras tradicionales, como Medicina, Psicología y Derecho, siguen captando a la mayoría.
Entre los convulsionados meses de octubre de 2001 y marzo de este año los investigadores empezaron por elaborar una radiografía de los niveles y calidad del empleo entre los graduados de educación superior, de 25 a 35 años, a partir de datos del Indec. Luego, analizaron distintos sectores económicos del país, su evolución en la última década y sus proyecciones en el futuro, sobre la base de entrevistas con empresarios y estudios ya realizados.
"Se pensó en una proyección de país: analizamos qué sectores pueden ser los más dinámicos en el futuro", explicó a LA NACION Leticia Fernández Berdaguer, socióloga e investigadora de la UNLP en temas de educación superior y empleo, que condujo el estudio.
Así, el trabajo termina por describir las características de la demanda probable de profesionales con asombrosa precisión:
Hay perspectivas promisorias para los licenciados en química -no para los ingenieros en el área-, particularmente en el sector de química liviana y, dentro de ella, en el desarrollo de agroquímicos, colorantes, pigmentos, resinas y emulsiones, y aditivos para alimentación. Más de 20 universidades en todo el país ofrecen esta carrera.
Se detecta una demanda insatisfecha de carreras técnicas y económicas relacionadas con la industria del petróleo y el gas, particularmente la ingeniería en reservorios, recuperación secundaria del petróleo, refinación y sistemas tarifarios. En el país hay cinco carreras de Ingeniería en Petróleo, tres en el Sur, una en Cuyo y una en la Capital Federal.
Se espera una demanda de personal universitario y técnico en biotecnología, en especial en la industria alimentaria. La Universidad Nacional de Quilmes es una de las que ofrecen la carrera, con orientaciones en genética molecular y bioprocesos. Tiene 370 alumnos, una cifra que viene creciendo desde 1999.
Se incrementará la necesidad de científicos y tecnólogos con "capacidad innovativa" en el sector agroindustrial. Hay una variedad de estudios posibles en esta área, como las carreras de administración agraria y rural, la ingeniería agropecuaria y en alimentos y las tecnicaturas en producción agropecuaria.
El sector salud muestra algunos inconvenientes en su cuadro ocupacional, como el desequilibrio en la distribución geográfica de profesionales y la desproporción entre el alto número de médicos y la escasez de enfermeros y técnicos. Se puede esperar, por eso, un crecimiento de la demanda de técnicos laboratoristas, instrumentistas, radiólogos y en gestión y administración de la salud.
Estas carreras, de nivel terciario o universitario, incluyen podología, nutrición, fonoaudiología, obstetricia, hematología, asistencia dental, y técnica cardiológica, entre otras. En la Facultad de Medicina de la UBA la matrícula de las "carreras conexas" representa la mitad de los casi 23.000 alumnos de la institución. Las más concurridas son Nutrición, con 2242 estudiantes, Kinesiología (1872) y Enfermería (1349).
Cabe esperar "una demanda creciente de personal calificado" en Informática, especialmente relacionada con la electrónica y las telecomunicaciones. Además de las licenciaturas e ingenierías, hay carreras especializadas en esas áreas.
"No creo que el Estado tenga que orientar la demanda de los estudiantes, pero puede promover algunas carreras. No hay que poner vallas, sino incentivos", opinó Fernández Berdaguer.
Por Raquel San Martín
De la Redacción de LA NACION
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